Fundada en 1966, la galería Val i 30 ha dedicado toda su actividad expositiva y comercial a la promoción de la vanguardia española, en sus sucesivas generaciones, iniciándose con los artistas del grupo El Paso -Canogar, Saura, Feito, Suárez y otros-, a los que presentó en numerosas ocasiones, y a alguno de los miembros de Dau al Set, de entre los cuales cabría destacar la exposición de Antoni Tàpies en diciembre de 1974. La galería ha trabajado en la promoción exclusiva del Equipo Crónica, y de algunos artistas en colaboración con otras galerías, como Sempere, Mompó, Millares, Genovés y prácticamente toda la nómina de lo que hoy se llama vanguardia clásica española.
No obstante esta dedicación, Val i 30 ha atendido siempre a los valores emergentes de cada generación, habiendo hecho exposiciones de Yturralde, Teixidor, Boix, Heras, Armengol, Eduardo Arroyo y una larga lista de nombres que ya han hecho historia, y la continúan haciendo en el arte español.
Actualmente la galería ha dado otro giro a su política expositiva con una propuesta que descalifican como tradicional, enfrentándose así a los despropósitos fundamentalistas de las últimas décadas: las instalaciones, la herencia del body art, los minimalismos, y todas las actividades pseudo-artísticas, entre ellas la inflación fotográfica que tiene por objeto apropiarse en exclusiva el arte referencial, predicando en el desierto cultural de fin de siglo con obras de arte, pinturas especialmente, que aspiran a la herencia de la mejor pintura occidental. Para apoyar esta nueva faceta la galería ha seleccionado artistas como Antonio Gadea, Jesús Herrera, Manolo Paéz o Lázaro García, y también otros que hacen de puente con la modernidad: María Álvarez, quien, con el artista de origen islandés, NIcolai, forman su equipo de trabajo.